Tú RMS no hará magia: Construye los cimientos antes de implementar tecnología
Implementar un sistema de Revenue Management System (RMS) en un hotel puede parecer el paso definitivo hacia la rentabilidad y eficiencia. Sin embargo, esta herramienta, aunque poderosa, no es una varita mágica. Para aprovechar todo su potencial, primero hay que ordenar la casa. En este post, exploraremos por qué es fundamental construir las bases antes de integrar tecnología y cómo hacerlo de forma estratégica para que el RMS sea un multiplicador de resultados, no una fuente de frustración.
El revenue management no es solo una tarea técnica; es una filosofía que debe permear cada área del hotel. Crear una cultura del revenue implica:
Formación continua: Todo el equipo, desde recepción hasta dirección, debe entender cómo sus decisiones impactan en los ingresos.
Colaboración interdepartamental: Revenue, marketing, ventas y operaciones deben trabajar como un solo equipo. Cada departamento aporta información clave para tomar decisiones acertadas.
Transparencia: Comparte datos, objetivos y resultados con el equipo. La implicación crece cuando todos entienden el “por qué” detrás de las estrategias.
Un estudio de STR Global demuestra que los hoteles con equipos alineados en revenue management experimentan un aumento del 7-10% en el RevPAR en comparación con aquellos donde esta cultura está ausente.
Un RMS funciona como un automóvil de alta gama: si le echas un combustible de baja calidad (datos sucios o incompletos), el rendimiento será deficiente. Antes de implementar un sistema, asegúrate de:
Consolidar las fuentes de datos: Unifica información de PMS, canales de distribución, comentarios de clientes y competidores.
Auditar la calidad de los datos: Corrige errores en registros de reservas, asegúrate de que las tarifas y segmentaciones sean coherentes.
Definir indicadores clave (KPIs): Ocupación, ADR, RevPAR, GOPPAR… Selecciona las métricas relevantes y establece una línea base para medir tu progreso.
Un informe de Deloitte señala que el 65% de los hoteles que implementan tecnología sin una estrategia de datos previa no obtienen el retorno esperado de la inversión.
A veces, al ordenar la casa, te das cuenta de que el caos es estructural. En estos casos, puede ser mejor derribar y reconstruir desde cero:
Revisar procesos: Identifica ineficiencias en la gestión de reservas, comunicación interna o fijación de tarifas.
Segmentación realista: Define quién es tu cliente ideal y crea estrategias personalizadas para cada segmento.
Actualizar tecnologías base: Si tu PMS o channel manager no están integrados o actualizados, la implementación de un RMS será un dolor de cabeza.
Piensa en tu hotel como una casa. Si los cimientos no están bien hechos, da igual cuán espectacular sea la decoración; todo acabará tambaleándose. Construir la casa de tus sueños lleva tiempo, pero es la única forma de garantizar su estabilidad a largo plazo.
Una vez que tienes cultura, datos y procesos bien definidos, es el momento de implementar un RMS. Aquí es donde la tecnología brilla:
Automatización: El RMS te libera de tareas repetitivas como el ajuste diario de precios.
Predicciones basadas en datos: Gracias a algoritmos avanzados, puedes anticiparte a la demanda y optimizar tus estrategias.
Toma de decisiones informadas: Los dashboards y reportes del RMS ofrecen una visión clara y en tiempo real de tu rendimiento.
Un caso de estudio de Hotel Tech Report mostró que los hoteles que combinaron una base sólida con un RMS adecuado lograron mejorar su rentabilidad en un 15-20% en el primer año.
Implementar un RMS sin una base sólida es como construir un castillo en la arena: las promesas de rentabilidad se derrumbarán ante el primer cambio de condiciones. Dedica tiempo a ordenar la casa, formar a tu equipo y construir estructuras de datos robustas. Sólo así podrás aprovechar al máximo la tecnología y convertirla en un verdadero multiplicador de resultados.
La paciencia y el esfuerzo iniciales se traducirán en una casa firme, lista para adaptarse y prosperar en el siempre cambiante mercado hotelero. Porque el éxito no llega solo con la tecnología, sino con la estrategia y el trabajo en equipo que la respalda.